Debido a la situación en España muchos de mis amigos o antiguos compañeros de Facultad han decidido probar suerte en Reino Unido, la mayoría con los conocimientos de inglés “made in Spain”, o lo que es lo mismo: “lo estudié en el colegio y no he vuelto a tocarlo”. Con suertes diversas a la hora de encontrar trabajo de “lo suyo”, los hay quienes han decidido asentarse allí “temporalmente”.
Cuando emprendes la aventura siempre dices aquello de “es sólo un año”, sin embargo, Susana lleva allí cuatro y sin intención de volver a la capital, por eso hace más de la mitad me mandó un mail para que investigase sobre mudanzas internacionales: precios, qué me traigo, fechas de entrega, papeleo…
Sobre los prepuestos lo cierto es que es bastante complicado puesto que todo depende del peso y embalaje de lo que vayas a llevarte. Lo mejor es solicitar información en los formularios de las webs o llamar por teléfono para orientarte, en algunas, incluso te envían un tasador sin compromisos. Sí es recomendable, en el caso que mantengas tu casa española, que optes por alquilar un piso amueblado en Londres y te limites a llevar lo imprescindible.
Hay quienes aconsejan hacer el trayecto en coche y ahorrar portes, pero es un palizón, por no hablar del pago de peajes y gasolina. También existen quienes se ofrecen a realizar el traslado en camión, sin embargo, es mejor contar con una empresa de mudanzas con certificación para transportes internacional.
Por último, si eres de un país miembro de la Unión Europea no habrá que rellenar ninguna documentación alternativa, aunque sí conviene echar un vistazo a los tipos de seguros ofrecidos por las compañías.
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